Parto en casa y asesoría en lactancia materna

sábado, 5 de junio de 2010

La historia de mi parto en casa

HISTORIA DE PARTO DE INMA MARCOS Y JOSU
Nacimiento de Ramón en casa el dia 18 de marzo del 2008
40 semanas y 5 dias
4º hijo.



Tengo 4 hijos con este pequeño que ha nacido. Mis tres hijos mayores son fruto de mi primer matrimonio y tienen 19, 15 y 10 años, una chica y dos chicos respectivamente. Mi segundo marido tiene un hijo de 10 años. Mis dos primeros partos fueron vaginales pero muy medicalizados en hospital, mi tercer hijo fue un parto natural en hospital, pero con sus limitaciones: Monitorización continua, via endovenosa y potro para parir. Empezé a atender partos en casa cuando mi tercer hijo tenía tres años.
Mis tres partos anteriores habían sucedido entre la 37 y la 39 semana. El dia anterior al parto, con 40 semanas y 4 dias estaba inquieta, para mi era como si ya estuviera de 42 o 43, me sentía así. Habia estado convencida de que no acabaria el mes de febrero y estabamos a 17 de marzo¡ Me preocupaba no disponer de intimidad suficiente. Mis hijos estaban de vacaciones por semana santa en casa, también el novio de mi hija mayor y el hijo de Josu, mi marido. Yo deseaba un parto muy intimo. Pensé entonces que eso era lo que me estaba bloqueando y hablé la noche antes con mi madre y con mis hijos y al dia siguiente a las 10h de la mañana cogieron un tren y se fueron a casa de su abuela, a pasar el dia para yo poderme quedar sola.
Salieron de casa poco antes de las 10h, y alrededor de las 12h empezé a tener contracciones de preparto junto con muchas ganas de ir al lavabo continuamente. No acababa de tener claro si sería o no sería, pues llevaba dos meses ya con muchas contracciones a todas horas, pero esto parecía diferente. Estuve cocinando y recogiendo la casa.
A las 16h llegó Josu como siempre de trabajar y en ese momento el pre-parto se convirtió en parto. Le puse la comida en la mesa y él estaba comiendo con la televisión encendida y sentí que me molestaba mucho y también la luz que entraba por la puerta de la terraza, así que le pedí que la apagara y corriera las cortinas. Lo vi ilusionado y tranquilo. Le dije que tenia toda la pinta de que íbamos a tener nuestro bebé en unas horas.
A las 16h30´ decidí llamar a Mireia, mi querida hermana comadrona. Ella estaba pasando consulta en Marenostrum.

Notas de Mireia:
Inma Me llama a las 16h30 y me cuenta que tiene contracciones regulares pero suaves. Avisé a mi hermana Luci para que viniera. Ella parió en casa cinco años antes conmigo y con Mireia. Yo me quedé sentada en el sofá entrando en el planeta parto, respirando con las contracciones y viendo como a mi alrededor Josu y Luci no paraban de hacer cosas en la cocina.. Me vuelve a llamar a las 18h, acaba de romper bolsa en poca cantidad, aguas claras y tiene contracciones más frecuentes y duraderas. Ha tenido diarrea desde la mañana.
Creo que aquí es cuando envié un sms a Alicia diciendo que estaba de parto. Ella era la encargada de anunciarlo a las demás para que encendieran velas y nos enviaran buena energia.
Llego a las 19h. Está de pie en el comedor, ambiente de parto. Están en casa Josu y Luci nuestra hermana. Tiene contracciones cada 4 minutos que duran un minuto y nota fuerza con ellas pero las lleva bien con la respiración. Latido fetal 140-146 por minuto, abdomen tenso. Inma prefiere estar sola y tranquila. Me dio mucha alegria ver a Mireia en casa, como ellos querian montar la piscina en el comedor me fui a la habitación. Allí de pie, apoyada en la cómoda-cambiador de bebé estaba genial.
19h50´ le miro la linea púrpura y la tiene de unos 6-7 cm. Cuando está con Josu las contracciones son mas frecuentes. Está de pie en su habitación apoyada sobre el cambiador. La piscina se está llenando en el comedor. Inma pide que venga Josu con ella que así le vienen más y se sorprende de que pese a la presión y la fuerza de las contracciones no le duelan. Latido fetal 136-140´ Me sorprende, pero tener a mi hombre cerca me dispara la oxitocina, me vienen cada dos minutos cuando el me abraza. Le pido que se quede conmigo. Semanas antes del parto me preocupaba que el pudiera estar nervioso y perturbador en el parto y le pedí a Mireia que lo tuviera entretenido durante el parto por si acaso.
Mi hermana Luci me trae infusión de canela para tomar, no me apetece mucho, pero me lo tomo ya que se ha dado el trabajo de hacerla. Yo tambien la atiborré de esa infusión en su parto hace 5 años.. Todos me estan cuidando mucho, me siento como una reina. Cuantas veces he cuidado yo a las mamás de parto. Nunca lo habia vivido desde el otro lado.
20h20´ Inma está muy endorfinada y continua de pie, empieza a gemir suavemente muy mamífera. Comenta que siente mucha fuerza. Con cada contracción siento una energia y una fuerza muy grandes que me hacen acompañar con la pelvis en un movimiento hacia abajo y me obligan a respirar despacio y vocalizar un uuuuuuu profundo. Analizo la sensación y me doy cuenta de que NO és dolor. Estoy dilatando sin dolor¡ que bien¡
20h45´ Inma hace sonidos de preexpulsivo. Se mete en la piscina, se mueve en el agua, empiezan a ser más fuertes las contracciones y le duelen pero lo lleva muy bien con la respiración, gemidos graves y suaves. Me meto en la piscina porque ya que la han llenado habrá que usarla, pero la verdad es que estoy la mar de bien así de pie. Tengo una especie de empeño de que mi bebé nazca en el agua y pienso que igual ya es hora que me meta, porque siento que no tardaré mucho en parir. Estoy muy relajada en el agua pero las contracciones están empezando a ponerse muy duras, más que antes de entrar. No me imagino una contracción sin cogerle la mano a Josu.
Pienso en mi bebé continuamente, visualizo como va bajando y se abre camino, le hablo, le digo que pronto lo voy a tener en mis brazos.
21h50´ Latido fetal 150p.m. 22h Empieza a decir que no puede y hace respiraciones forzadas, sale del agua, se tensa mucho, se desespera, latido fetal normal. Se va al baño con Josu y luego se queda de pie en el comedor abrazada a él. Se tensa mucho, dice que “se parte” y grita un poco. Latido fetal 150. Siento que ha pasado mucho rato y no siento ganas de empujar, empiezo a pensar como comadrona y a observarme a mi misma desde esa perspectiva, empiezo a pensar que mi parto se ha bloqueado. Ni siquiera se si estoy dilatada porque Mireia no me ha hecho ningún tacto. Se lo digo y me dice que me mire yo misma. Con la barriga por medio es difícil, introduzco solo un dedo en mi vagina y Horror¡ la cabeza está todavía en un primer plano y toco cervix¡, no estoy dilatada¡
A partir de ahí las contracciones me duelen horrores, empiezo a decir que me muero, que no puedo, me desespero, hasta grito Mama¡¡¡
Pienso que antes de estar en el agua, de pie las llevaba mejor, pido salir del agua, me ayudan a salir, me voy al baño y me quedo tres contracciones, abrazada a Josu, no se como ponerme ni donde ir. En el comedor, agarrada al cuello de él abro las piernas y me dejo caer, siento una presión tremenda en el culo, sensación de cagar un melón.
Mireia me recomienda volver al agua y eso hago.
22h50´ Se mete en la piscina de nuevo y al cabo de dos o tres contracciones empuja espontáneamente. De repente en una contracción estoy pujando como una leona y siento el aro de fuego tremendo quemando mucho, la cabeza de mi bebé a punto de salir pero cuando acaba la contracción se esconde del todo. Solo he sentido esa quemazón intensa en ese primer pujo. En los demás la sensación es de partirme en dos pero no vuelve el aro de fuego. Cuando acaba la contracción miro mis manos, porque no sé a quien estoy agarrando y resulta que es Mireia¡ Le digo: “Que haces aquí¡, ves detrás mio a proteger mi periné¡”, y le dije tambien a Luci “la cámara, que va a nacer ya y no lo vais a grabar¡”, todos se rien de mi ocurrencia…
Mireia me va hablando suave, me dice que ya está aquí, que no me asuste. La escucho y sus palabras me ayudan, pero no puedo contestar.
Pasan por mi cabeza imágenes de miles de mujeres pariendo a la vez conmigo, la fuerza de la madre tierra, la energía femenina de muchas amigas rodeándome, me siento afortunada dentro de la desesperación del momento. Me acuerdo en un flash que
Alicia ha iniciado una cadena y muchas velas deben estar encendidas para mi. De verdad que me siento arropada y envuelta por ese cariño.
23h15´ La cabecita de Ramón va avanzando notablemente con el pujo y se mete dentro de nuevo cada vez. Inma de rodillas, apoyada sobre el borde de la piscina cogiendo las manos a Josu. Mireia apoya sus dedos en el perineo para proteger mi periné y yo tengo mi mano protegiendo la parte del clítoris, es donde más me duele al empujar. Mireia me dice que puedo quitar la mano, que ya protege ella y le digo que no, que ella abajo y yo arriba¡ En una contracción siento que me abro toda, como si me rasgara y siento salir la cabeza de mi bebe. Mi hermana Luci grita más que yo de alegria, dice: “Ya está¡, que guapo¡ la cabecita¡ está fuera¡¡”. No siento ningun alivio en la sensación de desgarro, pasa la contracción, siento un dedo de Mireia que comprueba que no hay vuelta de cordón y de nuevo viene otra contracción y empujo, siento como sale un hombro y otro de mi bebé y Mireia dice: “Cógelo”, y lo recojo hacia delante y lo saco enseguida fuera del agua y lo abrazo. Tiene los ojos abiertos como platos y me mira fijamente. Yo estoy gritando como loca, muy fuerte, gritos de pasión, de alegría. Le digo muchas cosas: Mi amor, bebé guapo, tanto tiempo esperándote¡ Mi marido me besa emocionado, es algo mágico, nuestro bebé ya está aquí y los tres no paramos de mirarnos, llorar y reir.
23h26´ Nacimiento de Ramón¡¡ Nace en dos tiempos, occipito-anterior mirando hacia lado izquierdo, suavemente, sin circulares ni incidencias.
Apgar 10-10-10. Bebé muy guapo, sano y precioso¡ 3800gr 52 cm, 37 cm de perímetro cefálico.
El cordón deja de latir en 5 minutos y lo cortamos a 23h35´. Es corto y el bebé no llega hasta el pecho con él sin cortar.
La placenta es grande, redonda y sana y alumbra sin problemas ni sangrado a las 23h54´. No he sangrado nada, el agua está limpia. Tengo contracciones que anuncian la placenta. Mireia me dice de salir para alumbrar, yo no tengo ganas de moverme y le digo que la voy a sacar en el agua. Mientras Ramón está piel con piel con su padre. Me autocompruebo presionando sobre el pubis que la placenta está desprendida y pruebo de empujarla pero la sensación es como si no hiciera fuerza. Entonces tiro suavemente del cordón y la sensación que tengo es suave y placentera, la placenta se desliza hacia fuera y pido a Mireia que la recoja. Ahora si que ha terminado el parto¡
Salgo del agua, me secan, abrazo a todo el mundo, me tumbo en el sofá y me ponen mi bebé piel con piel.
Queria probar que se cogiera al pecho él solo, pero se empuja tanto con los pies que todo el rato se pasa de largo del pecho y lo tengo que bajar, además está llorando y se desespera buscando. Al final lo ayudo. Inicia lactancia pues a los 40 minutos de nacer. Mireia me mira a ver si tengo algun desgarro, estoy muy sensible y no me dejo tocar. Mireia me dice que no hay ni un rasguño y no me lo puedo creer¡ así que me hace una foto y me lo enseña¡ je je
No hay heridas ni desgarro alguno en el periné y no ha sangrado casi nada.
A las dos horas el útero está bien contraido, tiene entuertos muy dolorosos. Le doy infusión de Hierba Luisa y tiene un saquito de huesos de cerezas caliente sobre el pubis. Ha tomado el batido de placenta.
Mireia Marcos
Barcelona, 18 de marzo del 2008
La parte menos bonita han sido los entuertos ( contracciones del post-parto) realmente duras y largas, sobre todo cuando mama mi bebé. Pero todo ha valido la pena. Estoy tan feliz y tan eufórica que no puedo ni dormirme cuando tres horas después todos se van y nos dejan solos. Lo mejor de parir en casa ha sido cuando nos hemos metido los tres juntos en nuestra cama abrazados.
Creo que esta ha sido la mejor experiencia de mi vida. Me siento cansada pero al mismo tiempo poderosa. Mi bebé, me lo miro y remiro y me doy cuenta de que bien hecho está¡, que guapo, que gordito y que fuerte y como me mira…, y que bien sabe mamar¡
Gracias a mi hombre por todo su apoyo y amor tan intenso y que me ayudó tanto en el parto. Gracias a Mireia, he tenido el privilegio de ser asistida por ella, una comadrona genial en la que confio plenamente. Gracias a Luci por estar, acompañar y apoyarnos en esos momentos y gracias a todas las mamás que he acompañado yo en sus partos y me han enseñado tanto. Cada parto es diferente, con cada uno aprendes muchas cosas y yo he tenido muy buenas profesoras: Las mujeres dando a luz.


Biografía

Soy hija de comadrona, como mi hermana Mireia.
Con cuatro años de edad tenia muy claro que quería ser comadrona, me gustaba mirar y leer los libros de mi madre, revistas sobre bebés y nacimientos y de niña a menudo iba a ver al hospital a mi madre estando ella de guardia. Ella me enseñaba los bebés, y yo crecí sintiendo el mundo de la maternidad muy cercano. Comencé a ir como auxiliar de clínica de mi madre al hospital en algunas de sus guardias. Allí los partos eran muy medicalizados y la comadrona no tenia mucha autonomía.
A los 22 años tuve mi primer hijo y fué un parto muy duro, largo e intervenido. Tuve la mala suerte de romper bolsa con el cérvix duro, formado y cerrado. Después de 17 horas terminó en espátulas sin analgesia. Lo pasé tan mal que se me pasaron las ganas de estudiar comadrona algun día, yo estaba justo terminando los estudios de enfermería. Le dije a mi madre que eso de parir era terrible y que ser comadrona era un horror, siempre rodeada de mujeres sufriendo y no querría estudiar comadrona. En aquel entonces (1988) se habían cerrado las escuelas de comadronas y de todos modos no se podía estudiar.
Empezé a trabajar como enfermera en hospital. Durante dos años y medio estuve trabajando en Urgencias del Hospital Clínico de noche, era un trabajo muy intenso y yo me sentía a gusto, ninguna intención de cambiar. No me renovaron contrato por estar embarazada al final de mi embarazo y tuve mi segundo hijo en ese hospital en el año 1992, un parto también medicalizado pero eutócico, pedí al ginecólogo que no me cortara la episiotomía cuando le vi la tijera en la mano, pero me la hizo diciendo que no quería que yo tuviera incontinencia urinaria en el futuro. En aquella ocasión mi madre que tambien fué mi comadrona procuró por todos los medios que yo no sufriera tanto y tuve tres dosis de petidina y una peridural que no hizo efecto al final. Mi hijo estuvo ingresado por distress respiratorio a causa de las petidinas durante tres días.
A Finales del año 1993 salieron por fin las pruebas de acceso para estudiar comadrona y yo me presenté "obligada" por mi madre, me insistió tanto que me presenté con la idea de no tener que escucharla, y segura que no superaría ese examen. Se presentaban unas 6000 enfermeras y solo había 120 plazas en toda España.
Mi madre fué a la biblioteca de la Unidad Docente de Bellvitge y fotocopió todas las preguntas y respuestas de las autoevaluaciones de las revistas Nursing y ROL de enfermería y me las trajo en un paquete, me instó a estudiar mucho y me llamaba cada noche para preguntarme si estaba estudiando o no, y como lo llevaba. No estudié mucho, pero lo leí casi todo. En aquella época tenía mis hijos muy pequeños, trabajaba y cuidaba tambien de mi suegro que estaba con Alzheimer terminal en mi casa.
Mireia
Luego en el examen muchas preguntas las sabía por que estaban entre las que mi madre me fotocopió. Había mucha gente, recuerdo que empezaron a nombrar para entrar a examinarse por orden alfabético, en mi grupo empezaron por la G, y tres cuartos de hora más tarde me tocó a mi: Marcos. Eran aulas enormes, en la Universidad de Arquitectura con capacidad para 250 personas y había por lo menos 8 aulas llenas. Y eso en Barcelona, porque el examen era en Barcelona, Santiago de Compostela o Madrid.
Yo pensaba que sería imposible que yo tuviera plaza para estudiar matrona entre todas esas personas.
A las dos semanas supe que SI!! tenía el número 60 de orden!! La número 1 de examen de toda España sacó 80 preguntas bien de las 100 (eran muy enrevesadas, aunque lo supieras no lo acertabas), yo saqué 75 bien y 25 mal porque las contesté todas.
En marzo de 1994 fuí con mi madre a Madrid a escoger el destino, y el 1 de abril empezé mi formación de dos años. Me formé en el Valle Hebrón de Barcelona.
Mi formación fué muy dura, en este centro los partos son muy medicalizados e intervenidos, la autonomia de las matronas raya el 0 y la frase "Esto no es mi trabajo y no tengo por que hacerlo" flotaba en el aire.
De entrada el inicio de la nueva formación de comadronas estaba boicoteada por la SEGO, cuyo presidente era el Jefe de Servicio del hospital donde yo estaba. Me prohibieron asistir ningún parto y "ponerme un guante", me escondieron las primeras semanas en la sala de Monitorización. El ambiente se fué relajando poco a poco por que yo colaboraba mucho con el equipo. Había mucho trabajo y necesitaban manos, yo hacía todo lo que podía. Llegué a asistir 8 partos en ese período.
En el mes de septiembre se levantó el boicot y pude asistir más partos, pero cada uno era una pelea, por que siempre ponían a los residentes de gine de primer año por delante. Muchas veces tenía que esconderme en los lavabos a llorar de desesperación. Nadie del equipo se hacia cargo de mi formación. Las comadronas estaban despechadas y excepto unas pocas que me cuidaron bien me trataban como una intrusa. Entonces lo que sé de partos me lo enseñaron los residentes de obstetricia.
En este hospital la norma es la monitorización interna y todas las cabecitas de los bebés la sufrían. Hoy en día me arrepiento terriblemente, pero debido a ello monitoricé internamente cientos de mamás, no me quedaba otra, yo allí no tenia ninguna autonomía y solo cumplia órdenes. Yo al menos lo intentaba hacer con el máximo cuidado. También se revisaban todos los cérvix después del parto, fueran partos eutócicos o instrumentados, y tuvieran o no las madres anestesia peridural. Ponían valvas en vagina y tiraban del cervix con pinzas de Foster. Esa manera de trabajar no la he visto nunca luego en otros centros hospitalarios donde he trabajado.
Terminé mi formación el 30 de marzo de 1996 teniendo muy claro lo que yo no haría jamás a una mujer de parto.
Empezé a trabajar en un hospital comarcal a 20 km de mi casa (Parc taulí de Sabadell) donde la autonomía profesional de las comadronas era mayor. Todos los partos normales por norma eran de comadrona. Habia muy buen ambiente y yo estaba muy contenta. Hice suplencias en cuatro hospitales más pero mi contrato más largo era en este hospital.
Yo era entonces una defensora a ultranza de la lactancia materna y estaba metida en asociaciones pro-lactancia, tuve mi tercer hijo en este hospital. Fué un parto natural con las limitaciones hospitalarias: Monitorización continua excepto cuando yo me la arranqué en el pre-expulsivo, via endovenosa, posición para parir semitumbada en litotomia. Al menos no tuve desgarro ni episiotomía y mi hijo pudo disfrutar contacto inmediato piel con piel sin seccionar cordón. Me atendió una compañera que yo había elegido.
Estuve un año dedicada a mi hijo sin trabajar y luego me reincorporé. Me volví más que antes una defensora del parto natural y pude atender muchos partos naturales en hospital, pero siempre tenía que trabajar defendiéndome y defendiendo a las mujeres. El ambiente no favorecía nada. Mi meta entonces era lograr que los partos en hospital se parecieran lo más posible a los partos en casa. Luego el tiempo me ha demostrado que el parto más natural y menos intervenido en hospital no es comparable a un parto en casa.
Me preguntaban por qué no asistía partos en casa y yo decía que admiraba mucho a los que lo hacían, que eran unos valientes, pero que hasta que las cosas no estuvieran aquí tan organizadas como en Holanda yo no daría el paso.
Sucedió a finales del año 2000 que a causa de una alergia al látex se me denegó la plaza fija en el hospital en que yo llevaba 5 años trabajando.
Me consideraron no apta para trabajar en zona quirúrgica y me daban a cambio una plaza de enfermera en consultas externas del mismo hospital.
Yo me hundí en la desesperación más absoluta. Se me estaba diciendo que debía dejar de ejercer mi profesión, no podría recibir más bebés. Siempre me quedaba la atención primaria, pero....
Recibí muchos apoyos y animos desde la lista de parteras comadronas (era esa la que funcionaba mas fuerte aquellos días).
Pero el email que me hizo ver la luz al final del tunel fué el de Jesus Sanz, comadrón de Tenerife que me lanzó la idea.
Recuerdo que me escribió algo así como: "Ya que no te dejan trabajar en zona quirúrgica, ¿por qué no te vas a zona no quirúrgica? ¡Lánzate a los partos en casa!
Y fué ahí cuando me di cuenta que eso era lo que yo quería hacer y me puse en ello.
Antes de eso llevábamos como mínimo un par de años compartiendo muchas cosas via internet. Gracias a Jesús y unos cuantos más se me abrió delante un mundo que no conocía mucho. Tuve acceso directo a toda la sabiduría de personas como Jesús, como Raquel Schallman, y muchas otras.
Ningún libro de obstetricia me ha enseñado lo que me han enseñado ellos.
Bueno, ahora estoy segura de que alguien allá arriba se lo montó para que yo tuviera alergia al látex. Por que estaba claro que yo tenia que hacer lo que ahora hago.
Es decir recibir la Vida a este mundo de la manera más digna y respetada que se puede concebir.
Así fué como acabé asistiendo partos en casa , y ahora ya llevo más de 300 partos asistidos. Y todos y cada uno de ellos me siguen enseñando. Nunca encontré dos iguales.
He tenido algunas complicaciones y situaciones graves, pero de momento las he sabido resolver y espero que en el futuro podré seguir haciéndolo.
El 18 de marzo de 2008 pude disfrutar de mi propio parto en casa, el nacimiento de mi cuarto hijo Ramón. Podeis leer la historia en este blog.
Desde el verano del 2009 trabajo de forma independiente y exclusiva asistiendo partos en casa y colaborando con mi hermana Mireia. Ahora ella ha tenido su bebé en casa conmigo y está disfrutando de la maternidad.
Junto con tres compañeras estupendas: Luci Alcaraz, Roser García y Raquel Faus acabamos de montar una empresa-equipo de comadronas de parto en casa. Nos llamamos "Neixer a Casa", estamos muy ilusionadas con este proyecto. Y yo no podía haber encontrado mejor apoyo.
Inma Marcos

Comadrona independiente y Consultora Internacional de Lactancia Materna IBCLC

Hace poco que he hecho recuento de todos los partos que he asistido en casa desde el año 2001 que comencé. Los que asistí en hospitales dejé de contarlos cuando llevaba unos 2000.
Comparto los datos porque creo que no hay nada publicado sobre seguridad de parto en casa cuando hay cesárea anterior y estos datos son realmente muy buenos. Los últimos 3 años trabajo en equipo con mis compañeras en nuestro equipo y proyecto Nèixer a Casa. Con ellas he compartido muchos de esos nacimientos.





A fecha 31 de enero 2015:
487 partos en total atendidos en casa
De los cuales 113 PVDC, de los cuales 16 con dos cesáreas previas y una con 3 cesáreas previas
De las 96 PVD1C solo tres mujeres necesitaron cesárea de nuevo.
De las 16 PVD2C solo 2 mujeres necesitaron cesárea de nuevo.
La de 3 cesáreas parió bien.
Del total de 113 PVDC se trasladaron 11 al hospital y como resultado 5 tuvieron cesárea y el resto parto vaginal.
O sea tasa de cesáreas entre las PVDC fué del 4´4 % y la tasa de traslados fué del 9,7 %

En ningún caso hubo el menor signo premonitorio de rotura uterina.